El área de mediación de TABAKALERA es referente precisamente, por ciertas prácticas que desbordan los modos de hacer más tradicionales y que apuestan por dejarse afectar por los procesos y cuidar las condiciones para construir espacios de reflexión y colaboración entre diferentes agentes y construir saberes comunes. Lo que sucede y se genera, además de ser interesante para quienes forman parte de los procesos, también funciona como palanca y vanguardia para el propio ámbito de la mediación y educación artística, por eso apostamos por participar en redes de investigación y espacios de autorreflexión y de intercambio con otros agentes e instituciones en este campo (Another Road Map, CAPP, La pública…)

Para Artaziak, es un proyecto importante puesto que se trata de la primera vez que el proyecto de mediación comienza al mismo tiempo que la concepción del resto del proyecto, lo que permite construir colaboraciones entre áreas a un nivel más profundo.

En una primera fase del desarrollo del proyecto pedagógico, junto con Javier Rodrigo de Transductores, la escucha y el reconocimiento del contexto y los agentes y proyectos que ya existían fue fundamental para enunciar las líneas de trabajo que poníamos en marcha y para generar una verdadera relación con el tejido del barrio y de la ciudad donde se ubica el centro.

A partir de ahí, con cada curso escolar vamos trazando unos proyectos que evolucionan a partir de las personas que forman parte de ellos. Entre todos ellos, además de programas más reconocibles, rescatamos algunos vinculados a la comunidad educativa como es Periferias escolares, otros que se vinculan a la memoria colectiva y al archivo como es Archiveras del Humo y, por último Harrotu Ileak que trata de establecer un espacio y una relación significativa con jóvenes que habitan TABAKALERA.